El té y la salud VI



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Piel: Para afecciones de la piel, picaduras de insectos, eczemas, alergias, abrasiones, abscesos o acné deben aplicarse compresas impregnadas de una fuerte infusión de té. Este remedio se utiliza desde hace miles de años en China.
Presión sanguínea: El aumento de la presión sanguínea se produce gracias a una enzima, la angiotensina II, que contrae los vasos sanguíneos. La catequina del té disminuye la producción de angiotensina II, por lo que la presión sanguínea deja de aumentar. Su bajo contenido en sodio y la presencia de potasio, dos elementos que tradicionalmente se asocian con el control de la tensión, explicarían el papel regulador de la infusión (otros dos estudios realizados entre amplios grupos de población parecen avalar la tesis de que el consumo regular de té reduce el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares). Para conseguir este efecto se requieren seis tazas de té verde al día.
Retención de líquidos: Esta dolencia aparece cuando existe un desequilibrio en el nivel de líquidos del organismo debido a que los vasos sanguíneos vierten un exceso de líquido sobre los tejidos corporales, o bien porque los vasos linfáticos son incapaces de transportar los líquidos sobrantes. En ambos casos, la ingesta de té es favorable porque aumenta la micción (se orina más cantidad y con más frecuencia), lo cual elimina gran cantidad de líquido corporal.
Tosferina: El poder antibacteriano de los componentes del té es efectivo para combatir el Bodetella pertussis, el patógeno causante de la tosferina.
Vaginitis: Para tratar la vaginitis, irritación o escozor vaginal elaboraremos una infusión con medio litro de agua y dos cucharadas cargadas de té verde. La dejaremos reposar, colaremos las hojas y lavaremos la parte afectada al menos tres veces al día.

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